Olmedo es un niño feliz, curioso y aventurero que vive en el pueblo Shuar de la Región Amazónica en una aldea muy grande, rodeada de cascadas, ríos, y cuevas en donde cada día tenía diferentes aventuras, el vive junto a su papá, su mamá y su abuelo que es el shaman de su pueblo y muy conocido en la región.
Mucha gente acudía a él cuándo se sentían mal o necesitaban ayuda y gracias a su vasto conocimiento sobre plantas medicinales, él los ayudaba.
Un día como cualquiera en la selva Amazónica , Olmedo se encontraba jugando junto a sus amigos de la aldea,mientras corrían, observaron que algo se movía entre los arbustos, todos sintieron un ligero miedo, excepto Olmedo, quien decidido averiguar qué era lo que se movía , sin saber lo que le esperaba, de repente logra ver que era una serpiente, muy resbaladiza y ágil, la serpiente al ver a Olmedo se asustó y lo mordió en defensa propia huyendo lo más rápido posible.
Rápidamente los amigos levantaron a Olmedo y lo llevaron a la aldea y fueron en busca del Shaman que era su abuelo
Cuando el abuelo escuchó lo sucedido, estaba muy tranquilo, lo cual causó curiosidad en su pequeño nieto y este entre el dolor y la preocupación le preguntó “¿Abuelo por qué no estás preocupado?” Y este le respondió: “Verás mi pequeño, tengo lo necesario para ayudarte,no te preocupes todo estará bien, lo que haré será extraer la savia de la corteza del árbol de Piwi y esto lo untaré en tu herida, deberás descansar un poco y con eso estarás sano.”
Y así fue, el viejo Shaman le untó la preparación en la herida de su nieto y en unos días Olmedo estaba nuevamente corriendo y saltando por la selva, y también ayudaba a su abuelo ya que quería aprender mucho más sobre los sabios consejos de su abuelo.