En la sierra ecuatoriana con hermosos paisajes de verdes montañas y nevados impresionantes vive Juanita con su familia. Un día soleado la niña con la ayuda de su mamá decidió preparar un delicioso jugo de frutilla para sus abuelitos, la niña fue a la huerta de su casa, sacó las frutillas.
Luego fue a la cocina, utilizó panela para endulzar el jugo. Mientras sus abuelos observaban todo el proceso que ella hacía.
La niña les sirvió a sus abuelitos el delicioso jugo de frutilla y lo bebieron juntos.
Mientras observaban el hermoso paisaje a su alrededor, de lejos podían observar el majestuoso volcán Chimborazo.Al terminar de beber el jugo su abuelito le hizo una pregunta a la niña. ¿Sabes cómo conseguimos antes el hielo? Ella le respondió que no y le pidió que le cuente más.
El abuelito le contó que antes se tenía que caminar o ir en burro desde la comuna Cuatro esquinas más de siete horas para ascender al volcán llegar a las minas de hielo en el Chimborazo y así se conseguían los fríos bloques de hielo.La niña le preguntó si alguien todavía iba hasta el Chimborazo a sacar hielo. Su abuelito le contestó que sí le mencionó que existe el último hielero que se llama “Baltazar Ushca”.
Juanita muy emocionada le pidió a sus abuelitos que la llevaran a conocer más de su historia. Ella invitó a sus amigos para que también disfruten de esta divertida aventura y junto con sus abuelitos conocieron al último hielero y él les contó su historia.Todos escucharon muy atentos, disfrutaron del paisaje, de su lindo clima y muy emocionados regresaron a sus casas a contarle a los demás aquellas historias y anécdotas vividas en esta magnífica aventura.